Santoral del día
- Santuario San Judas Tadeo
- 11 sept
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11 de Septiembre

Hoy se recuerda a San Proto y san Jacinto, hermanos, servidores y mártires.
Los tres primeros siglos del cristianismo están repletos de mártires que entregaron sus vidas por seguir a Jesús. Este es el caso de san Proto y san Jacinto
La Iglesia ha sido construida sobre los cimientos de los Apóstoles y todos, excepto san Juan, murieron mártires. Y durante los tres primeros siglos del cristianismo, confesar la fe en Jesús era de alto riesgo, como ocurrió con san Proto y san Jacinto.
Su historia
De los mártires de la Iglesia primitiva hay muy poca información, pero según la tradición antigua, Proto y Jacinto eran dos hermanos que, como esclavos, servían a Eugenia, una mujer romana acaudalada que se convirtió al cristianismo gracias a estos santos varones.
También convirtieron a Bassilla, amiga de quien después sería reconocida como santa Eugenia.
Luego de recibir el bautismo, los hermanos se dedicaron al estudio de las Sagradas Escrituras y vivieron como ermitaños durante un tiempo en Egipto, como era también la costumbre de muchos cristianos que huían en la búsqueda de un lugar seguro donde ocultarse de las duras persecuciones que emprendió el Imperio Romano
En esta época encontramos a los padres del desierto, iniciadores de la vida religiosa, que escapaban en algunos casos por la persecución, pero el motivo principal era que no deseaban contaminarse del pecado y de la decadencia religiosa de algunas comunidades que ya eran muy numerosas.
Los santos Proto y Jacinto, sin embargo, más tarde regresaron a Roma para enfrentarse a su destino.
El martirio
No se sabe a ciencia cierta, pero en algún momento entre los años 257 y 259 fueron denunciados por su fe cristiana por el prometido de santa Eugenia, durante la persecución del emperador Galieno. Entonces, arrestaron a los tres.
La historia narra que, aunque se les dio la oportunidad de renegar a Cristo, los hermanos se mantuvieron incólumes, por lo que fueron golpeados y decapitados el 11 de septiembre.
En 1845, se descubrió la tumba de los santos Proto y Jacinto en la catacumba de san Hermes, en la Vía Salaria.
Oración
"Que la confesión de tus benditos mártires, Proto y Jacinto, nos consuele, oh Señor, y que su bondadosa intercesión nos proteja constantemente. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos". Amén.
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