top of page
Verde (2).png

Lectura del día

  • Foto del escritor: Santuario San Judas Tadeo
    Santuario San Judas Tadeo
  • 22 jul
  • 3 Min. de lectura

22 de Julio

ree

PRIMERA LECTURA

Encontré al amor de mi alma.

Del libro del Cantar de los Cantares: 3, 1-4


Esto dice la esposa: “En mi lecho, por las noches, a mi amado yo buscaba. Lo busqué, pero fue en vano. Me levantaré. Por las plazas y barrios de la ciudad buscaré al amor de mi alma.

Lo busqué, pero fue en vano. Y me encontraron los guardias de la ciudad, y les dije: ‘¿Qué no vieron a aquel que ama mi alma?’. Y apenas se fueron, encontré al amor de mi alma”.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.


En lugar de la primera lectura de Cantar de los Cantares 3, 1-4, se puede utilizar la de 2 Corintios 5, 14-17, tal como aparece en el Leccionario.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 62

R. Señor, mi alma tiene sed de ti.

• Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; 

de ti sedienta está mi alma. 

Señor, todo mi ser te añora, 

como el suelo reseco añora el agua. R.

• Para admirar tu gloria y tu poder, 

anhelo contemplarte en el santuario. 

Pues mejor es tu amor que la existencia; 

siempre, Señor, te alabarán mis labios. R.

• Podré así bendecirte mientras viva 

y levantar en oración mis manos. 

De lo mejor se saciará mi alma; 

te alabaré con júbilo en los labios. R.

• Fuiste mi auxilio 

y a tu sombra, canté lleno de gozo. 

A ti se adhiere mi alma 

y tu diestra me da seguro apoyo. R.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R. Aleluya, aleluya.

¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada. R.


EVANGELIO


Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?

Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-2. 11-18

El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.

María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: “¿Por qué estás llorando, mujer?”. Ella les contestó: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto”.

Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: “Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?”. Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: “Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto”. Jesús le dijo: “¡María!”. Ella se volvió y exclamó: “¡Rabbuní!”, que en hebreo significa ‘maestro’. Jesús le dijo: “No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: ‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’”.

María Magdalena se fue a ver a los discípulos y les anunció: “¡He visto al Señor!”, y les contó lo que Jesús le había dicho.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

1 comentario


Invitado
22 jul

Gloria a ti Señor Jesus

Me gusta
bottom of page